Una carta o código natal es una foto del cielo del momento en que nacemos. En ella se captura un instante del mismo, único. La astrología estudia las cualidades de ese momento. Cada carta es una pieza musical, un dibujo único, una danza que lleva implicada su ritmo, tiempo y su pulso propio. Todo lo que somos y vivimos es absolutamente coherente a este dibujo original, a nuestra esencia.
Podés recibir la tuya de manera impresa o digital.
Las Cartas Natales de Dominio Salvaje son piezas editoriales únicas. Contienen una descripción completa de tu mapa del cielo. Pueden usarse para regalar a alguien importante o a vos mismo, cuando llegue su momento.
Al ser piezas personalizadas, muchas veces significa imperfectas. Algunas veces requieren más tiempo que otras.
En formato digital o impreso, son obsequios que resuenan con cada esencia.
Envíos desde Italia.
Incluyen:
70 páginas de contenido personalizado
Descripción completa de cada Planeta por Casa, Signo y Aspecto.
Descripción de Nodos.
Gráficos especiales
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Tiempo de entrega aproximado: 1 semana
Idiomas: Español / Italiano
Entrega:
Podés recibirla por correo
postal o email a cualquier
parte del mundo.
¿Qué necesitamos?:
1. fecha
2. hora
3. lugar
(de nacimiento)
Contenido:
0. Gráfico: ¿Cómo es tu cielo?
1. Sol: ¿Cómo expresas lo que más sabes?
2. Luna: ¿Cómo condicionan tus emociones aquello que percibes?
3. Ascendente: ¿Hacia adonde estamos yendo?
4. Mercurio: ¿Qué cosas hablan de ti?
5. Venus: ¿Qué llamas bello?
6. Marte: ¿De quién es esa furia?
7. júpiter: ¿A qué dios rindes culto?
8. Saturno: ¿Qué es lo más esencial de tu existencia?
9. Urano: ¿Es la luz la respuesta?
10. Neptuno: ¿Es la vida un sueño?
11. Plutón: ¿Qué son las ruinas al fin y al cabo?
12. Nodos: La unión es real
13. Elementos: La base del todo.
¿Pero qué hay debajo de estas líneas?
Abajo de esta superficie hay nuevos mundos. Las líneas nos ayudan a excavar los planos más profundos. Las líneas forjan nuestra identidad, develan lo oculto e iluminan la conciencia y el brillo del Sol, en ellas se puede ver la experiencia de la niñez alumbrando futuros fuegos. Las líneas giran la rueda del destino a nuestro favor y potencian la receptividad del corazón. Abren un espacio emocional y dirigen la flecha de nuestros anhelos más profundos.
